martes, 29 de junio de 2010

Reflexión 1

¿Madurar es igual a resignarse? Parece que eso es lo que nos intentan vender. Yo quiero una cosa y no puedo conseguirla, entonces alguien me dice que la vida no es fácil ni justa, y que además nadie dijo que lo fuera. Si yo me cabreo y pataleo soy una niñata inmadura. Por el contrario, si me resigno y asumo (si es que algo así se puede asumir) que aunque me lo merezca y me esfuerce mucho, es probable que no consiga nunca lo que quiero, entonces soy una persona madura. ¡Pues vaya mierda! Así es la vida, dirían algunos. La muy jodida, añado yo.

Pero si la vida se ha inventado, digo yo que ya que te pones a inventar...¿por qué no inventas bien, leches?


ÚLTIMA HORA


-Haciendo una lista con todo lo que me tengo que llevar a Barna (odio las listas) Prometo un post dedicado al fantástico mundo de las listas, próximamente.

-España está en cuartos. Gol de Villa. ¡Villarato!

-CR9 sigue igual de garrulo y endiosado.

-Sonando: Viure sense tu. Antònia Font.


Allegra.

lunes, 28 de junio de 2010

Matías, placer adulto.

Aquel viernes no me apetecía nada salir, habíamos pasado el día en Aranjuez y solo aspiraba a darme una ducha caliente y dejarme caer en el sofá. Pero Cova, como siempre, acabó convenciéndome. Me puse algo cómodo: un vestido vaquero y unas bailarinas. Empezamos la noche tomando una copa en El Penta, el pub de Antonio Vega, por Malasaña. Después del último trago, nos fuimos a tomar la segunda y “la última” a donde siempre terminaban nuestras noches.

Bajando por la calle Fuencarral se me abrió el corazón. Cova no paraba de decirme que ya era hora de empezar de cero, de olvidarle. Pero yo no podía... ni quería. En el fondo necesitaba un cambio, un poco de aire fresco pero ahora, ahora no podía pensar en otra persona. Y es que, desde hace tiempo, cada calle y cada esquina de Madrid me recordaban a él, a Lucas. Lo nuestro era raro, era diferente. Nunca me vi capaz de explicar aquello ni siquiera a mis mejores amigas, pero era real. Sabía lo peor de él y aun así, me encantaba. Aun puedo ver mi cara de tonta subiendo por las escaleras mecánicas de Atocha y eso que siempre me hacía esperar en la estación. No quería olvidarme de esas cosas, ni tampoco dejarlas atrás, quería darle otra oportunidad a todo esto. Una oportunidad a las semanas sin llamadas, a las preguntas sin respuesta, a los besos guardados durante semanas que luego no se daban, a la distancia en soledad.

A punto de llegar a Gran Vía, me di cuenta que estaba atrapada en un bucle. ¡Yo era ese pez que siempre se mordía la cola!.
- Cova, yo así... nunca podré fijarme en nadie.
- Ya verás como sí. ¡Un clavo siempre saca otro clavo!
- Pero Cova, yo no quiero sacarme este clavo...
- Abril, de pronto aparecerá ese alguien que te hará olvidar, al menos por un momento, a Lucas.
- No lo creo...



Aquella noche conocí a Matías.

Abril.

Barcelona










Este jueves las tres cuentistas nos vamos a pasar unos días a Barcelona. Unos días para disfrutar de todo lo que ofrece esta ciudad y para pedir muchas copas, por favor!
Vendremos cargadas de fotos, de anécdotas y de mil historias que contar. Y para mí, esto será sólo un adelanto de la que espero sea muy pronto mi nueva ciudad.

Os dejo un enlace del vídeo de la canción Barcelona en colors de Gerard Quintana.
Som-hi!






Allegra.

domingo, 27 de junio de 2010

El tiempo pasa.

Cova, Cova, Cova...
Deja atrás por un tiempo Madrid. Hace nada estábamos montadas en un autobús a 39 grados recorriéndonos la ciudad en busca de un piso. Apuntando números, tachando nombres. Pensando ya en las cortinas nuevas o en el aroma de mis velas. No nos hace falta mucho para imaginarnos cosas futuras, tenemos momentos que aun no hemos vivido tatuados en la memoria: visitas con té y pasteles, domingos por la mañana con zumo, tostadas y algún que otro acompañante en pijama, mojitos a las siete de la tarde, lloros a mares por amores que no entendemos, carcajadas y cigarros a medias comentando nuestro día.

Pero la suerte de aquel septiembre se quedó contigo y me quedé sin piso, sin cortinas que elegir, sin velas que encender, sin visitas con té y sin cigarros a medias. Y ahí estabas tú, viviendo aquello por las dos. El tiempo pasa. Y aquí estamos otra vez, en el punto cero. Volvamos a empezar a tatuarnos momentos que aun no hemos vivido, pensemos en las cortinas, en los cojines, en mis velas. Apúntate todos los sitios a los que no fuiste o aquellos a los que volverás a ir. Imagina de nuevo como sería estar allí. Porque esta cerca, muy cerca. El tiempo pasa. Ni siquiera puedo ser egoísta y decirte que te prefiero aquí porque te prefiero allí. Tú vivías todo lo que a mi se me quedó en el tintero.

Has recogido tus cosas, has quitado las margaritas de papel de la pared, has despegado tus letras moradas, has vaciado el armario y recogido tus sábanas fucsia, pero te queda lo mejor. Lo que no se ve. Lo que se siente. Lo que se recuerda. Lo que se vive. Siento si no sé muy bien como consolarte, pero aun estoy intentado descubrir como consolarme yo.

Prometo hacerte feliz mientras estés aquí, Cova. Lo prometo.



Abril.

Táctica y estrategia (1)

Hacía demasiado frío. Vale que era febrero, pero hacía demasiado frío. Valentina callejeaba por València y ya no podía mas. Como caída del cielo, una cafetería apareció al torcer la esquina y entró sin pensar. Eligió la mesa de la ventana y pidió un café con leche muy caliente en taza, por supuesto. ¿Qué iba a hacer? No le quedaba tiempo. Al día siguiente se iba. Se iba para siempre. Bueno, nunca se sabe si algo es para siempre, pero esto...parecía que si.
Y aquí, en València, estaba él. Marc era su jefe, el que le había conseguido su deseado traslado a Barcelona, aunque ahora ya no sabía si era tan deseado.

Llevaba casi dos años enamorada de él en secreto. Bueno, en secreto sólo para Marc, porque el resto de la agencia parecía haberla calado desde el principio. El tiempo había pasado muy rápido desde que le anunciaran que por fin podría irse. Cada día al levantarse, Valentina se decía a sí misma: hoy hago algo, hoy se lo digo. Pero luego, nada. Y ahora sólo quedaba un día. Un día y adiós.

Hubo una época de esperanza. Marc se acercó a ella y hablaban mucho, aunque casi siempre acerca del trabajo. Compartían muchas cosas, como el gusto por el mismo tipo de comida, y acabaron teniendo un cita todos los días a la hora de comer. Valentina se entusiasmó, pero las cosas quedaron en eso. Marc y ella eran amigos.

Ayer en la hora de la comida, Marc se presentó a la cita con un regalo. Era una foto de la Estació del Nord de València. Seguramente Valentina le comentara en alguna ocasión que ése era su lugar preferido de la ciudad. “Para que la pongas en tu nuevo despacho y no te olvides de nosotros”. Estaba sin palabras. Quiso decirle muchas cosas, pero sus cuerdas vocales parecían estar pasando bastante de las órdenes de su cerebro. Un abrazo, dos besos y un que te vaya bien mucha suerte. Ni siquiera se quedó a comer. Ni siquiera un la hora de la comida ya no será lo mismo sin ti. Nada.

Y ahí estaba Valentina, en aquella cafetería del centro de la ciudad, desde donde se podía ver la estación, su estación. Había querido ir a despedirse. Ella también tenía un regalo para Marc. La Antología poética de Mario Benedetti. Un mediodía entre sushi y arroz blanco, ella le había hablado de ese libro y de uno de sus poemas preferidos: Táctica y estrategia. Ese poema le recordaba a él. Acababa de comprar un ejemplar nuevo para Marc. Tenía pensado escribirle algo dentro y dejárselo al día siguiente en su despacho antes de coger el avión hacia Barcelona. Y eso hizo.

Llevaba varios minutos ensimismada en sus pensamientos y en su melancolía cuando le sonó el móvil. ¿Qué? ¿Cómo que en cinco minutos en la otra parte de la ciudad? ¿Cómo que un problema con uno de los mejores clientes de la agencia? ¿Ah, que me voy mañana pero por el momento sigo siendo la que se come todos los marrones aquí? Joder, joder, joder... Valentina pegó un bote de la silla y gritó al camarero para que se acercara a por el dinero de su café. Cogió su bolso y salió volando de la cafetería.

Minutos después llegué yo, me senté en la mesa de la ventana y me encontré con un libro de poesía.







Allegra.

sábado, 26 de junio de 2010

Nada por aquí. Nada por allí.

“Hasta el 27 de julio que tengo la oposición, estaré por aquí”. No mientas, hombre... no mientas. Estamos todos. El chico que viste de domingo los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábados y... los domingos. Está el chico que golpea las teclas de la calculadora, ignorando por los tapones de los oídos, que cada número de esa operación provoca miniseísmos. También está la pareja de empalagosos que estudian medicina, los heavys que comparten apuntes de biología marina y el apuesto arquitecto.

Pero ni rastro de esas zapatillas que nunca me han gustado, ni de las camisetas con publicidad de asociaciones de deportistas. Tampoco está en el suelo apoyada esa mochila gris con una franja beige de tus años de instituto, ni ese estuche con pegatinas verdes. No hay pantalones vaqueros oscuros descuidadamente combinados con camisetas rojas, negras o amarillas... No veo carpetas amontonadas encima de la luz. Nadie entra sonriendo a la sala ni sale dando saltitos. No veo a nadie que sea una fusión perfecta entre Hugh Jackman, Chayanne y otros buenorros. A nadie le aguanto la mirada y ya no escojo estratégicamente mi sitio. Nadie me enciende la luz ni me pregunta qué me pasa.

He hecho siete simulacros de notitas. Cada una menos fresca y espontánea que la anterior. Salva incluso me hizo una propuesta con letras sombreadas en tonos negros y rojos. Un “vale por un café”, o un “Hola. Me llamo Abril, ¿tomamos un café?” y por si no le gusta el café, un... “me pones a setecientos por hora” o un simple “¿Te quieres casar conmigo?”.
Tengo la carpeta llena de notitas con mi propio número de teléfono y pidiéndome a gritos un café cortado del tiempo.

La octava, va para ti.


Abril.

viernes, 25 de junio de 2010

Faltaba yo

Supongo que ahora me toca a mí hablar de las otras dos componentes de esta aventura. Abril y Cova. Cova y Abril.
Ya os aviso de antemano que no voy a intentar ser objetiva. Como imagino que sabréis, la objetividad es imposible de conseguir, por lo menos totalmente. Pero es que en este caso ni lo voy a intentar.
Haciendo honor al título del blog, me sirvo un copa (ginebra con limón, por favor!) y paso a contaros lo que significan para mi estas dos señoritas, mis compañeras de viajes, mis amigas.

Abril...ya hace años que empezamos a soñar juntas. Me refiero a ensoñaciones estando bien despiertas. Ilusiones, planes, aventuras, sueños, proyectos. Como nosotras decimos: la vida...
Es esto lo primero que me viene a la cabeza si pienso en Abril. En nuestra complicidad y nuestros gustos comunes. ¡Y mira que somos diferentes! Pero también nos parecemos.
Si hay algo que necesitas saber de ella (a parte de que tiene una preciosa melena rubia) es que es muy creativa y perspicaz. Tiene mucho talento y su humor es único y especial. Pero sin duda, lo que más admiro de Abril es ese halo de misterio que le rodea. No se cómo lo consigue. Supongo que es algo innato, le sale natural. Es la más seductora y sexy de las tres.
Creo que nos complementamos. Yo le doy a ella un poco de locura y esa parte gamberra que a veces le avergüenza un poco, pero que en el fondo le encanta. Y ella me aporta a mí la tranquilidad y la paz que tanto necesito. Me abre un nuevo campo de visión. Me da juego y ganas de ser mejor. Abril me descubre una parte de las cosas que yo no sé ver.
Os animo a descubrir su mundo interior a través de sus palabras, porque no os defraudará.

Cova, Cova, Cova... nuestra relación es un tanto especial. Nos conocimos a través de Abril. Ella es nuestro punto de unión. Supongo que a Cova ya la conocía antes de conocerla, o por lo menos yo tengo esa sensación. Abril me hablaba mucho de ella y siempre me decía que tenía que conocerla, que congeniaríamos de maravilla y que me gustaría. Y así fue.
Cova es divertida y tiene una sensibilidad especial para captar las cosas. Tiene ángel, si...no se...estrella! Algo que no es tangible, que no puedo explicar con palabras, algo que cautiva y engancha.
Además, me ha regalado una cosa muy importante. Creo que ni ella lo sabe, pero de alguna manera me ha devuelto la ilusión. Nos ha regalado, a Abril y a mí, una historia. Su historia. Cova ha conseguido que la realidad, una vez más, supere a la ficción. Y eso me encanta!
Si la conocieras, tú también verías en ella a una persona especial. Cova es de esa clase de gente a la que le coges cariño al minuto uno de conocerla. Sus preciosos ojos azules, sólo son el principio de una persona preciosa.

Me imagino que estaréis pensando lo fabulosa que es nuestra vida. ¡Cuánto amor! Bueno, pues sí. Abril y Cova son estupendas y estoy feliz de tener en mi vida a dos personas como ellas. Pero claro, ya sabes que la vida no es siempre de color de rosa. Aquí, podrás descubrirnos totalmente. Con nuestras cosas buenas y las no tan buenas.

Una copa, por favor es un camino que empezamos a recorrer juntas. Miguel Delibes empieza “El Camino” con estas palabras: “Las cosas podían haber acaecido de cualquier otra manera, y sin embargo, sucedieron así." Pues eso. Este blog podría ser de otra manera, con otras personas y otras historias. Pero es así.


Voy a ponerme la penúltima. ¡Que empiece la fiesta!



Allegra.
Hoy ha sido un día tonto, de esos que pasan sin pena ni gloria. De esos días en los que esperas que pase algo... y no pasa. Ni pasa por allí ese alguien. Por no pasar, no pasan ni las horas y me desespero. Pero yo paso.

Seguro que ahora Cova me diría “No, no pasas... haces como que sí, pero no” y yo (como siempre) asentiría con la cabeza y pondría cara de “para qué engañarnos...”. Es inútil intentar mentirle, inútil, en serio. Te cala en cada palabra o en cada mirada. Y eso jode (“para qué engañarnos...”). Tiene un algo de psicóloga, un algo o un mucho, porque con ella no es necesario tumbarse en un diván, ella te lo saca todo. Bueno, todo no, que Cova es muy... recatada. Una noche de locura “desenfrenada” (que no tanto) me llegó a decir “¡yo no soy así!” y no tardé en darme cuenta de que lo que verdaderamente quería decir era “¡yo no soy así... y cómo me arrepiento!”. De lo de aquella noche, jamás se arrepintió, de hecho podría considerarse su “gran” punto de inflexión. Lo de “gran” me lo invento porque no llegó a tomar medidas de aquel tipo. Pero como noche, aquella noche fue muy grande. Para ella por qué se llevo una gran “alegría” y para mí... porque fue una gran espera, ahogada en vodka pero al fin y al cabo, una espera. Una de las mejores cosas de salir por la noche con Cova son las vueltas a casa, la ves de reojo como sonríe y piensas... “¡está bien, vayámonos a bailar sevillanas!”. Bailar sevillanas a las seis de la mañana, por qué no. De momento nos sentamos a tomar “la última” y a denegar invitaciones, pero estamos en ello. Llegará el día (mejor dicho, la noche) en la que Cova saldrá a bailar y no parará hasta que pongan “Amigos para siempre” a modo de despedida, estoy convencida. Y como este, millones de planes más, millones de promesas de cosas por hacer... y eso me encanta. No se conforma con “lo que venga”, quiere más. Siempre hay algún té por probar o alguna canción por escuchar.
Pero hay algo que no me gusta, algo que odio, algo que... anula una parte de mi: no puedo enfadarme con ella. No, ni siquiera la noche de la “gran espera”, no pude. No puedo enfadarme si al volver de viaje me encuentro una postal suya con algo escrito metida en un libro, ni cuando acierta con la canción qué habla “de cómo me siento” en ese momento, cómo enfadarme si siempre pone más alcohol en mi copa que en la del resto. No me puedo enfadar con alguien que no pierde nunca el norte, aunque el Norte le pierda a ella...

Por eso, con Allegra... con Allegra la vida es un continuo debate. Debatimos sobre la vida, lo justo, lo injusto... debatimos sobre si debatimos con razón o sin ella, debatimos sobre si debatir con razón o sin ella... es debatible. Aquí nunca pierde nadie. No sabemos muy bien cuándo ni cómo nos conocimos, si fue en nuestra época hippie o en la época de los pitillo y los polos rosas. Por eso pensamos que “esto” es infinito, es algo “sin principio” y supongo que sin final. Y creo que es sin final porque es tal cual la frase esta de... “un amigo es aquel que te conoce y a pesar de eso, te quiere”, pues lo mismo. Me conoce y aun así me quiere. O quizás, me quiere porque me conoce. O quizás... (deberíamos debatir sobre el tema...).
Rockera como ella sola, una heroína del silencio, una catalana de adopción (ellos no lo saben, pero los papeles están ya en trámite) y “clarita” como el agua. No piensa las cosas, es un “déjate llevar”, un “haz lo que te apetezca”, es un mensaje a las siete de la mañana diciendo que acaba de subir en el ascensor con “ese alguien”, es un “Buenos días” modo Jordi González. Ella dice que le gustan los feos, y es mentira. Le gustan los villanos, los locos... los tatuados y los del pelo sin arreglar. Y creo que miente en otra cosa, siempre fiel a su idea de no casarse pero sí sabe qué canción pondría si lo hiciera... en el fondo sé que espera encontrar al “tipo” de su vida. Aunque ella jamás lo reconozca.
Libre, libre, libre... “ponme un cubalibre!”. Toda una señoritinga.

En fin, me voy a la cama... Quizás mañana pase algo, o ese alguien... o como mínimo pasen más rápido las horas.
Hasta otra.

Abril.

jueves, 24 de junio de 2010

Bienvenidos.

Antes que comenzar esta historia, comencemos por el principio. No hay mejor forma de entender esto que comprender un poco como son sus personajes. No estamos hablando de si son altas, bajas, rubias o morenas (dejaremos eso a la elección de cada uno de vosotros) sino más bien colémonos un poco en su esencia, sepamos el porque piensan y opinan de determinada manera y esto lo sabremos describiendo un poco más a Abril y Allegra.

Allegra como nos indica el nombre latino indica alegría. Eso es lo que vais a encontrar en cada entrada publicada por ella; pero no nos equivoquemos toda esta alegría no es símbolo de mundos de yupi - fantasias - y volar por encima de las nubes. Ella tiene los pies en el suelo. Partidaria de ello busca y critica las imperfecciones del mundo. Podemos decir que de los tres componentes que forman esta comunidad ella es la fuerza. La fuerza y el inconformismo. Persona capaz de vivir sin nadie que le calle. En ella podreis escontrar realismo y aquellas palabras que muchos pensamos pero pocos nos atrevemos a decir. Pero tras esta definición no se esconde una persona fría y calculadora, todo lo contrario, nos encontraremos a una persona transparente, inteligente y fiel a sus ideas.

Amante de la costa brava y lo qeu algunos hacen llamar "terra lliure", siente gran interés por monologuistas, programas de humor y esa serie de shows que aparecen a altas horas nocturnas (no penseis mal lectores que os equivocareis!). Quizá toda esta pasión venga por su formación y esperemos que próspero puesto laboral. ¿Qué cual es? No desvelaremos tantos detalles en esta pequeña toma de contacto.
Dentro de sus pasiones una ciudad: Barcelona. Y en cuanto a la música que le pueda conquistar no os olvideis de regalarle un disco con las mejores recopilaciones de Enrique B. e igual ya teneis un poco de ella ganado ;)

Fiel a sus ideales, alegre y comprometida por lo que cree; apuesto que nos hará pasar unos muy buenos momentos y en muchas ocasiones nos abrirá los ojos a muchos de nosotros. Y seguro que también su corazón ¿conseguiremos saber si está ocupado? ¿lo ocupará? Lo que está claro es que tiene uno grandisimo y esperemos que poco a poco podamos descubrirlo más.


Abril. No nos referimos al cuarto mes anual, nuestra siguiente descripción va para la mayor de las integrantes de una copa por favor. Abril es una persona detallista, capaz de encontrar esos pequeños detalles que a la simple vista de muchos se nos escapan. No le gustan las cosas simples, tienen que tener un mínimo de encanto. Amante de lo espiritual y del buen rollito que se desprende va buscando esas sensaciones con velas que aromaticen su día a día.

De planes imprevistos, de tardes tirada en un parque y noches con algo más de glamour.Amiga de sus amigas y viajera si su próximo destino es Madrid. Persona creativa o de pensamiento lateral busca cosas que la motiven allí donde va. Con ella no valen las frases faciles pues te lo tendrás que currar un poco más pero si estás dentro de un baremo ya tienes algo que ganar, o por lo menos que empezar a ganar. Dentro de estos tres elementos ella lleva consigo la racionalidad y madurez. Vive pensando que su mundo es una canción de esos cantautores que le gustan y aunque a veces tienen un poco inestable sus sentimientos con un poco de ayuda (y algún empujón) se deja llevar por ellos.

En ella podremos encontrar lo curioso, cosas que nunca podriamos pensar... todo esto gracias a como ya hemos dicho su pensamiento lateral. En cuanto a preferencias masculinas hay un prototipo fijado que no seré yo quien lo cuente... ¿Quieres saberlo? No dejes de leerla y descubrirás esto y muchas cosas más.



Sin nada más que decir me despido por hoy.
¡Un martini por favor!

Cova.