sábado, 4 de junio de 2011

Sólo miradas

Te miro mientras te acercas al equipo de música. Te miro cuanto te agachas y coges el ipod. Te observo mientras buscas la canción, la canción que ya has elegido antes, la que has pensado que ibas a poner…y la encuentras. Y empieza a sonar y lo invade todo. Y empiezan las miradas, las miradas directas a los ojos, que son cortas pero intensas; las miradas de reojo, las miradas que se encuentran en el espejo y que se esquivan al instante para ocultar algo… Y te empiezo a odiar… te odio por poner esa canción, por cantarla, por sabértela, por mirarme para ver si yo la canto, si yo me la sé, siempre poniéndome a prueba. Te odio cuando buscas la postura perfecta para verme a través del espejo, y me odio cuando lo hago yo también. Y cuando dejas puesta la canción más tiempo del debido y a todo el mundo le molesta menos a mí. Pero sobretodo te odio cuando aciertas, cuando me lees el pensamiento y pones la canción que yo quería oír en ese momento. La primera vez quise pensar que era la casualidad…pero ya van muchas y a mí ya me enseñaron que las casualidades no existen.
“Yo no necesito hablar para expresar una emoción, me basta sólo con mirar…” Así dice esa canción. Esa canción que pones a tope y que cantas todo el rato. Esa canción que habla de nuestras miradas... sólo de nuestras miradas y de nadie más.

Allegra

No hay comentarios:

Publicar un comentario